Largos días de espera: cuando los amigos peludos necesitan cuidados y compartir

Adoptar un  cachorro siempre será un acto noble. No puedo imaginar la felicidad que siente un  perro al entrar en un hogar cálido después de pasar innumerables noches en las frías calles.

Una perrita sintió exactamente eso. Tan pronto como una mujer que buscaba un compañero peludo escuchó que había un cachorro tratando de sobrevivir en la calle, supo que tenía que llevarla a casa.

Tristemente, Stella eга una de esos perros que no tuvieron la suerte de tener una familia que la cuidara. Así que tuvo que hacerlo por sí misma.

Además de buscar sobras para comer, esta pobre perrita también tenía que buscar refugio para mantenerse segura. Sin embargo, dormir en bolsas de basura no eга nada seguro…

A pesar de su mala suerte, esta adorable perrita nunca perdió la esperanza y sabía en el fondo de su corazón que alguien vendría a rescatarla.

¡Y tenía razón! Una increíble mujer llamada Heather Martin estaba buscando un miembro peludo para agregar a su familia humana.

Cuando una amiga le contó sobre Stella, supo que tenía que conocerla.

“Un compañero de trabajo me habló de Pooches oᴜt of Puerto Rico, así que mi esposo y yo investigamos. Nos enamoramos [de Stella] al instante”, dijo Heather.

Tan pronto como se conocieron, hicieron clic al instante. Heather describió a Stella como una “perrita cariñosa, dulce, juguetona y curiosa que ama estar al sol” y estamos seguros de que Stella también le dirigió algunos ladridos dulces a Heather.

Decidiendo adoptar a Stella, Heather la llevó al veterinario para un chequeo necesario y completo.

Stella fue abandonada en un vertedero y de alguna manera sobrevivió durmiendo en bolsas de basura y comiendo lo que podía encontrar. Tenía sarna extrema, lombrices redondas, uncinarias y sarna. Solo pesaba 9 libras cuando la rescataron.

Siendo la valiente que es, Stella se recuperó en poco tiempo y estaba muy emocionada por su nueva vida.

Rodeada de tanto amor y afecto, Stella parecía una perrita completamente diferente.

eга súper saludable y le encantaba jugar. Es por eso que Heather decidió que necesitaba un compañero peludo para seguirle el ritmo. Fue al refugio local y le consiguió a Stella una hermana perruna llamada Lulu.

Stella y Lulu se hicieron las mejores amigas, llenando la casa de nada más que irresistible alegría perruna.

Stella ha sido un rayo de sol. [Ella] sabe cuándo necesitamos amor y nos abraza. No quiere nada más que amor y realmente es perfecta.

Afortunadamente, Stella tuvo la suerte de conocer a alguien tan increíble como Heather para sacarla de las calles y llevarla a un hogar lleno de amor.

Pero no todos los perros tienen este destino. Un número aterrador de perros todavía se ven obligados a vivir en las calles y luchar por las sobras para sobrevivir. Cualquier forma de ayuda, por pequeña que parezca, puede tener un impacto significativo en sus vidas.

Juntos, extendamos una pata de ayuda a nuestros refugios locales, albergues y a estas almas peludas y hagamos una diferencia en su mundo.

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