De abandonado a adorado: Un perro discapacitado desafía la adversidad con resiliencia

De abandonado a adorado: un perro discapacitado desafía la adversidad con resiliencia

admin — 11 de marzo de 2024 en Noticias • 0 comentarios

A mediados de febrero, los reparadores de neumáticos Ozimar Qᴜeiroz y Lipdomar Qᴜeiroz se llevaron una sorpresa cuando llegaron temprano a trabajar al taller de reparación de neumáticos ubicado en la Estrada do Belmoç, zona norte de Porto Velho. Esto lo hizo un perro abandonado al costado de la carretera. La dócil criatura era delgada, tenía las patas abiertas y podía caminar.

 

Cuando Ozimar, también conocido como Galego, se enteró de la situación del perro, tomó la decisión de hacerse cargo del can hasta encontrar una familia que lo adoptara. Sin embargo, ya han pasado 20 días y el perro aún no tiene un hogar definitivo.

“Lo echaron al frente de la tienda. Llegamos en la mañana y estaba ahí. Nos da pena, lo pusimos aquí y lo estamos alimentando, pero lo peor es la situación que está ahí. No camina porque tiene las dos patas delanteras hacia atrás”, dijo.

Por su posición en el tablero, el perro recibió un nombre cariñoso, ya que no puede moverse porque tiene ambas patas abiertas. El mecánico de neumáticos lo mueve varias veces durante el día, pero el perro termina arrastrándose hasta el suelo. ᴜn intenta interactuar con la única compañía animal disponible, un gato callejero que camina por la tienda de neumáticos.

Según Lipdomar Qeiroz, el perro es dócil y necesita atención veterinaria, pero no puede costearla.

“Por su aspecto lo llamamos mar. Estaba muy gordo cuando lo atrapamos, pero ya está engordando porque lo alimentamos. Está sucio por los bombardeos, pero aquí no nos importa”, explica Lipdomar.

 

 

El desaliento del perro repercutió en las redes sociales y Foca ya fue acogido por una pareja de Porto Velho.

Los trabajadores de la reparación de neumáticos que encontraron al pitbull en la calle lo cuidaron durante casi tres semanas, proporcionándole comida y agua. Al principio lo llamaron “Seal”, pero Michele lo acogió y le cambió el nombre de forma permanente.

“Fue amor a primera vista. Su ejemplar me conmovió mucho. Ya aquí, más aún porque es muy dócil y cariñoso. Me siento enamorada de él”, dijo su pequeña madre. “Me encanta. Me quedé sin palabras. Lo amo tanto. El sentimiento de una madre”.

 

 

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