Un perro que fue abandonado en una bolsa de basura y abandonado para morir recibió la salvación y se le brindó la mejor oportunidad posible para sobrevivir.

Un Centro de Adopción de Mascotas actuó de inmediato al recibir un informe de un perro abandonado en un montón de desechos. Al llegar al lugar, encontraron una visión desgarradora: un cachorro indefenso envuelto en una bolsa de basura tirado inmóvil en medio de la basura al costado de la carretera.

 

Al recibir una notificación, corrimos al vertedero donde descubrimos a un perro indefenso que tenía convulsiones. La pobre criatura parecía gravemente enferma y especulamos que el abandono podría haberla provocado. La gente de alrededor nos informó que al dueño no le importaba el perro y lo había abandonado.

Sin demora, los rescatistas entraron en acción para rescatar a la pequeña cachorrita del saco y evaluar su estado. Lamentablemente, era evidente que estaba extremadamente débil y enfermiza, lo que les dejaba sin saber cuánto tiempo le quedaba. Es probable que sus dueños anteriores la arrojaran a la basura, asumiendo que eventualmente moriría. Después de ser sacado de la bolsa, el cachorro comenzó a sufrir convulsiones y parecía estar al borde de la muerte. Afortunadamente, a diferencia de sus cuidadores anteriores, los rescatistas no la abandonaron.

 

Tan pronto como el pequeño cachorro llegó a su nuevo hogar, fue recibido con una acogedora manta y una cómoda cama para dormir. Sin embargo, las cosas no iban bien para la pequeña criatura ya que sufría convulsiones y parecía estar en el camino. borde de la muerte. Sin embargo, sus compasivos rescatadores se negaron a darse por vencidos y trabajaron incansablemente para cuidarla hasta que recuperara su buena salud. Hicieron todo lo posible al alimentarla con un biberón y probar varios métodos para asegurarse de que tuviera otra oportunidad en la vida.

 

Aunque la cachorrita estaba débil, empezó a mostrar signos de progreso cada día que pasaba. Puede que le haya tomado un tiempo, pero finalmente logró dar algunos pasos por sí sola.

A pesar de sus esfuerzos por recuperarse, todavía luchaba contra su mala salud, su bajo peso corporal y su falta de deseo de socializar.

 

Después de un mes, pudimos ver fácilmente que se había vuelto mucho más fuerte y tenía una apariencia más saludable. Aunque todavía tenía miedo de los humanos, era evidente que había aprendido a confiar en quienes le habían salvado la vida. Es difícil imaginar qué habría sucedido si estos bondadosos rescatistas no hubieran seguido cuidándola.

 

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